viernes, 24 de abril de 2009

SAN INFARTO FULMINANTE

Me han operado, me han abierto la espalda para urgar dentro de mi y retirar lo que estaba mal. Soy como una lavadora, o al menos eso pensé cuando me dijeron que me habían colocado una pieza en la columna. Las enfermeras lavaban mi cuerpo casi inerte, un pequeño anticipo de "lo que queda por venir". Si os soy sincero, desde ahora beneraré a "San Infarto Fulminante".